Basado en estudios científicos

Intolerancia al gluten: preguntas frecuentes

Publicado: 21/03/2013 - Actualizado: 10/07/2020

La enfermedad celíaca se define como la intolerancia al gluten en forma permanente que provoca lesión intestinal. El gluten es una fracción proteica que se encuentra en las harinas de trigo, cebada, avena y centeno.

¿Por qué Intolerancia al gluten?

Porque se trata de la respuesta que el gluten provoca en la mucosa intestinal de lapersona que la padece (atrofia de las vellosidades) y no siempre existe una respuesta clínica a la ingestión del mismo, es decir en muchas ocasiones el tomar glu­ten no produce síntomas aparentes en personas celíacas.

¿Por qué intolerancia al gluten permanente?

Porque es para toda la vida. Si te han diag­nosticado enfermedad celíaca deberás seguir una dieta estricta sin gluten siempre. Aunque dejes de padecer la enfermedad, el tratamiento no elimina la intolerancia.

¿Por qué lesión intestinal?

Porque el gluten, al contacto con la mucosa intestinal, provoca una atrofia de las vellosi­dades intestinales. La mucosa intestinal sólo se normaliza cuando se sigue una dieta estricta sin gluten.

¿Cuantos afectados hay?

Se calcula que en los países mediterráneos existe una persona celiaca por cada 300 habitantes. En determinados grupos de población esta incidencia se ve multiplicada. Por ejemplo, en familiares de primer orden (padres, hermanos) la frecuencia es de 5 por cada 100. También los casos aumentan en personas con diabetes mellitus tipo 1 (insulo-dependiente) y con síndrome de Down.

Síntomas de la intolerancia al gluten

Dado que la enfermedad celíaca es el resultado del efecto del gluten sobre la mucosa intestinal, los síntomas digestivos, junto con las consecuencias de la mala absorción de nutrientes, constituyen las características clásicas de la enfermedad.

Por ejemplo, el caso típico es el de un bebé de 12 a 18 meses de edad que presenta diarreas, retraso o pérdida de peso y vientre hinchado. Estos síntomas pueden ir acompañados de falta de apetito, vómi­tos, cambio de carácter (triste, huraño), dolores abdominales…

Hay que tener en cuenta que habitualmen­te los niños empiezan a tomar gluten a los 6 o 7 meses de edad* y los síntomas se inician normalmente entre los 12-18 meses. Por tanto, existe un periodo de latencia más o menos largo hasta que aparecen los síntomas. A veces, incluso, pueden pasar años.

La sintomatología de la intolerancia al gluten está muy ligada a la edad de presentación. En general, los síntomas digestivos clásicos predominan entre los más jóvenes. A medida que pasan los años, la sintomatología se aparta de la clásica y las manifestaciones digestivas pasan a un segundo plano o faltan por completo, con lo que se hace más difícil el diagnóstico.

Cada vez son más frecuentes los celíacos cuyo motivo de consulta inicial es alguno de los síntomas que se detallan a continuación y que pueden presentarse de forma aislada. Los médicos los denominan formas atípicas o formas oligo y/o monosintomáticas.

Las llamadas formas digestivas atípicas pueden ser desde sólo vómitos o hinchazón abdominal hasta estreñimiento. En otras ocasiones pueden catalogarse incluso como las que acompañan a una’ «hepatitis».

Las formas atípicas extradigestivas pue­den ser:

  • Presentaciones que simulan «anorexia nerviosa» .
  • Anemias por falta de hierro que no responden al tratamiento oral. . Trastornos de conducta. . Retrasos de talla (son más frecuentes los retrasos de talla debidos a enfermedad celíaca que los derivados de déficit de   hormona del crecimiento).
  • Retrasos del desarrollo puberal.
  • Hematomas, a consecuencia del déficit de absorción de vitamina K.

* La Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica recomienda que los bebés no tomen gluten hasta los 6 o 7 meses de edad. De ahí que las primeras papillas (a partir de los 4-5 meses) se elaboren sin gluten.

Para diagnosticar la  enfermedad celiaca el médico tiene que demostrar la lesión intestinal (biopsia intestinal) y que la misma guarda relación con el gluten. Para orientar el diagnóstico y seguimiento, los especialistas disponen de análisis para detectar en la sangre la presencia de los anticuerpos antigladina (AGA), anticuerpos antitrans glutaminasa y antiendomisio (EmA), sustancias que produce el organismo del celiaco cuando ingiere gluten. Pero, hay que insistir en la posibilidad de resultados falsos, tanto positivos como negativos. De ahí que no se pueda hablar de ellos como un método de diagnóstico definitivo. La mejoría que puede conseguirse al eliminar el gluten de la dieta no asegura el diagnóstico, ni lo descarta el hecho de que al reintroducirlo no reaparezcan los síntomas.

Relación entre la intolerancia al gluten e intolerancia a la lactosa

La lesión intestinal que provoca el gluten presupone una disminución de determinadas enzimas que se hallan en el intestino. La lactasa, encarga de digerir la lactosa o azúcar de la leche, es la que invariablemente resulta afectada. Cuando este defecto de absorción se a la  presencia de síntomas típicos relacionados con el mismo se habla de intolerancia a la lactosa. Habitualmente a los 3-6 meses de efectuar el tratamiento adecuado, el celiaco recupera la lactasa y la posibilidad de absorber el azúcar de la leche. Por ese motivo, los especialistas suelen recomendar tomar una leche sin lactosa durante los primeros meses de tratamiento.

Tratamiento

El tratamiento fundamental de una persona celiaca es la dieta sin gluten, y además para toda la vida. Debes tener claro que saltarse la prohibición, ya sea de forma voluntaria o involuntaria, conduce a un progresivo deterioro de la mucosa intestinal, aunque a veces no va acompañado de síntomas aparentes y te den un falsa sensación e seguridad. A largo plazo las transgresiones aumentan el riesgo de degeneración del aparato digestivo.

No existe todavía acuerdo entre los especialistas acerca de si una mínima cantidad de gluten puede repercutir en la evolución de la enfermedad. Ante la duda, lo más recomendable es practicar la abstinencia total del gluten.

Referencias

  1. Ediger, T. R., & Hill, I. D. (2014). Celiac disease. Pediatrics in Review, 35(10), 409–15; quiz 416.
  2. Byrne, G., & Feighery, C. F. (2015). Celiac Disease: Diagnosis. Methods in Molecular Biology (Clifton, N.J.), 1326, 15–22.
  3. Kowalski, K., Mulak, A., Jasinska, M., & Paradowski, L. (2017). Diagnostic challenges in celiac disease. Advances in Clinical and Experimental Medicine : Official Organ Wroclaw Medical University, 26(4), 729–737.
  4. Ojetti, V., Nucera, G., Migneco, A., Gabrielli, M., Lauritano, C., Danese, S., … Gasbarrini, A. (2005). High prevalence of celiac disease in patients with lactose intolerance. Digestion, 71(2), 106–110.

Acerca del autor
  • Dra. Loredana Lunadei

    La Dra. Lunadei es especialista en alimentación, dietética y nutrición. Es titulada por la Universidad de Milán donde hizo la licenciatura y el doctorado. Este es su Linkedin.